La Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (FUDECEN), el Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas (COLPROCE), la Red de Ambientalistas Comunitarios de El Salvador (RACDES) y el Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) han presentado una propuesta ambiciosa para transformar el modelo económico de El Salvador. Argumentan que es crucial dejar atrás el actual modelo neoliberal, el cual, según afirman, ha beneficiado únicamente a una élite millonaria, mientras deja rezagados los derechos económicos, sociales, ambientales y políticos de millones de personas.
Estas organizaciones destacan la necesidad de implementar un modelo económico más productivo, inclusivo y sostenible que aborde las siguientes áreas clave:
- Transformación Estructural y Reducción del Déficit Comercial: Buscan acelerar cambios estructurales significativos para mejorar la competitividad económica y reducir el déficit comercial y de cuenta corriente del país.
- Autonomía Económica de Mujeres y Población LGBTQI+: Promueven políticas que fomenten la igualdad de género y la inclusión de la diversidad sexual en el desarrollo económico.
- Política Fiscal Orientada a los Derechos Sociales: Demandan una política fiscal que asegure derechos económicos, sociales y culturales para todos los salvadoreños.
- Fortalecimiento de la Seguridad Financiera: Abogan por medidas que fortalezcan la estabilidad financiera del país y protejan a los ciudadanos ante crisis económicas.
- Resiliencia ante el Cambio Climático: Proponen estrategias para mitigar los efectos del cambio climático y reducir la vulnerabilidad ante desastres naturales.
Según el análisis presentado, el modelo neoliberal implementado desde los años 90 ha perpetuado profundas desigualdades y una movilidad social limitada, reflejando un crecimiento económico insuficiente y una transformación productiva estancada. Aunque la economía mostró signos de recuperación post-pandemia con un crecimiento del 2.8% al 3.5% entre 2022 y 2023, persisten desafíos estructurales significativos.
El Salvador enfrenta una alta dependencia del sector servicios (64% del PIB), seguido por la industria manufacturera (21%) y la agricultura (4.6%). La estructura del empleo refleja una economía terciarizada (62% en servicios) con altos niveles de subempleo (38%).
Las organizaciones subrayan la urgente necesidad de un diálogo inclusivo entre todos los sectores sociales para desarrollar políticas públicas efectivas que promuevan un crecimiento económico sostenible y equitativo en El Salvador.
