El futbolista de la selección argentina Ángel Di María tuvo este lunes un noble gesto con los hinchas que lo esperaban en la puerta de su casa en Rosario. Cuando supo que los aficionados estaban allí, les “avisó” a través de su cuenta de Instagram que no se encontraba en su residencia, ubicada en la localidad de Funes, en el barrio cerrado Kentucky, donde también vive su compañero Lionel Messi.
En la publicación subió la foto de una tele encendida con los hinchas en la puerta y escribió: “Quiero agradecer con el alma este gesto, pero no estoy ahí. Estoy descansando y disfrutando a mis hijas. Nuevamente, gracias por el cariño que me están dando, y por entender”. Además, agregó el emoji de las dos manos sostenidas en posición vertical, en señal de respeto.
Los hinchas estuvieron varias horas esperando a su ídolo, quien finalmente comunicó la situación. En ese lugar, los admiradores de Di María, identificados mayormente con Rosario Central, equipo en el que se formó, se apostaron en la puerta del barrio cerrado con el objetivo de “abrazar y agradecer” a su ídolo y a La Scaloneta por haber logrado el título del mundo.
El futbolista de la selección argentina Ángel Di María tuvo este lunes un noble gesto con los hinchas que lo esperaban en la puerta de su casa en Rosario. Cuando supo que los aficionados estaban allí, les “avisó” a través de su cuenta de Instagram que no se encontraba en su residencia, ubicada en la localidad de Funes, en el barrio cerrado Kentucky, donde también vive su compañero Lionel Messi.
En la publicación subió la foto de una tele encendida con los hinchas en la puerta y escribió: “Quiero agradecer con el alma este gesto, pero no estoy ahí. Estoy descansando y disfrutando a mis hijas. Nuevamente, gracias por el cariño que me están dando, y por entender”. Además, agregó el emoji de las dos manos sostenidas en posición vertical, en señal de respeto.
Los hinchas estuvieron varias horas esperando a su ídolo, quien finalmente comunicó la situación. En ese lugar, los admiradores de Di María, identificados mayormente con Rosario Central, equipo en el que se formó, se apostaron en la puerta del barrio cerrado con el objetivo de “abrazar y agradecer” a su ídolo y a La Scaloneta por haber logrado el título del mundo.
El delantero, de 34 años, tiene contrato con Juventus hasta mediados de 2023. En más de una ocasión, reveló que su deseo es volver a la Argentina para vestir la camiseta canalla, y retirarse, finalmente, en el club de sus amores. Di María protagonizó un rol decisivo en la Copa del Mundo para la selección argentina. En los primeros tres partidos de la fase de grupos, fue uno de los más destacados futbolistas del equipo, aún cuando el rendimiento colectivo no era el mejor.
Angelito recién pudo volver al campo de juego en los últimos diez minutos del tiempo suplementario ante Países Bajos, producto de una molestia muscular. La reaparición final del rosarino sería en la final. Ante Francia, el exjugador de Real Madrid, PSG y Benfica, recibió la falta del penal a través del que Messi marcaría el primer gol del partido, y anotó el segundo tanto del equipo. Por su lesión, tuvo que ser sustituido en el minuto 15 del segundo tiempo.
Messi y una situación similar a la de su amigo
Al igual que Fideo, el capitán Lionel Messi tampoco pudo salir a celebrar con los hinchas que se agolparon en la puerta del barrio cerrado donde ambos viven. Por eso, aprovechó un homenaje que le hicieron en la localidad de Funes, donde fue declarado como ciudadano ilustre, para “pedirle perdón” a quienes no pudo atender como le hubiera gustado.
“Quería mandarle un saludo a toda la gente de Funes, de Rosario en general. Agradecerles por el cariño de siempre, más en esta época desde que llegue del mundial. Pedirle perdón también porque a veces es difícil atenderlos a todos. Estamos pocos días con familia, con amigos, pero a veces es complicado, pero agradecerles todo el cariño de siempre, y desearles que terminen bien el año y lo mejor para el que viene