El papa emérito Benedicto XVI murió hoy a los 95 años de edad en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su histórica renuncia al pontificado en 2013, confirmó hoy la Santa Sede en un comunicado.
«Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano», reza la nota oficial del Vaticano, en seis idiomas.
Funeral el 5 de enero en la plaza de San Pedro
El funeral se celebrará el próximo 5 de enero en la plaza de San Pedro y será oficiado por el papa Francisco, informó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
Según avanzó Bruni, Benedicto XVI dejó como última voluntad que su funeral fuera «lo más sencillo posible. Solemne pero sobrio».
También explicó que en el momento del fallecimiento Benedicto XVI se encontraba con su fiel secretario, monseñor George Ganswein, y con las cuatro mujeres del movimiento «Memores Domini » que le han atendido los casi 10 años en los que vivió en el monasterio Mater Ecclesiae, en los jardines vaticanos, pues hacían turnos para no dejarle solo ni un momento.
Bruni reveló asimismo que el papa emérito recibió el sacramento de la extrema unción el pasado miércoles, 28 de diciembre, cuando ya sus condiciones de salud eran graves.
La capilla ardiente de Benedicto XVI tendrá lugar desde este lunes 2 de enero en la basílica de San Pedro del Vaticano y el cuerpo permanecerá para un ultimo adiós de los fieles hasta el 4 de enero.
La preocupación por el estado de salud del papa y teólogo alemán surgió el miércoles 28 de diciembre, cuando su sucesor, Francisco, reconoció que estaba «muy enfermo» y pidió «una oración especial» a los fieles que asistían a su audiencia general.
Poco después, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que la situación de Benedicto XVI se habían «agravado a causa de su avanzada edad».
El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años que este era como «una vela que se apaga lenta y serenamente».
Un día después, la Santa Sede aseguraba que Benedicto XVI había «logrado reposar bien en la noche, estaba absolutamente lúcido y atento» y permanecía «estable» pese a la gravedad.
Desde el 2 de abril de 2013, Ratzinger vivía rodeado de su «familia» vaticana, formada por su secretario, un médico, un enfermero y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto «Memores Domini», que pertenece al movimiento Comunión y Liberación, que se reparten las tareas de la casa y se ocupan de las necesidades del papa emérito.